2009/09/29

Lecturas de estío: Memorias de una geisha, de A. Golden

Me ha costado lo suyo, pero al fin lo he conseguido. Después de varios meses y el verano de por medio, he terminado de leer esta maravilloso libro.
El día antes de terminar el curso nos dijeron que teníamos que devolver todos los libros que pertenecían a la biblioteca del instituto. Seguramente os parecerá una tontería, pero cuando oí estas palabras me sentí como una imbécil. Hizo falta que alguien me recordara que tenía que devolver el libro para darme cuenta de que tenía que acabarlo.
Evidentemente, en un día no me dio tiempo, así que me vi obligada a devolverlo. Justo después Ales preguntó si se podía llevar algún libro para leer en verano, a lo que Mariluz respondió con un sí. A lo mejor era una señal, o vete tú a saber qué, pero marché apresuradamente a coger el libro de nuevo.
Es lo mejor que pude haber hecho, cada página me ha llenado, la he sentido como si fuera mi propia historia, me puse en la piel de aquella niña de ojos grises que reflejaban una personalidad llena de agua.
A la pequeña Chiyo le habían arrebatado su infancia, se habían apoderado de su vida, pero cada uno de los obstáculos que se presentaban en su camino han sido precisamente los que la han conducido a la felicidad.
Cada paso, cada decisión, cada ilusión…todo giraba en torno a un único objetivo: sentirse cerca del señor Presidente de sus sueños, y lo consiguió, claro que lo consiguió.

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