2009/02/21

A propósito de las Redes sociales

Piénsalo antes de publicar: tú decides


"A buenas horas, mangas verdes", posible origen

En la antigua Bretaña, isla del norte de Europa, existía un pueblo llamado Aberfeldy, y que estaba situado a orillas del río Tay. La gente de este pueblo vivía del dinero que ganaban gracias a los caminantes y forasteros que para visitar el norte de Bretaña pasaban por ahí para refugiarse en sus conocidas posadas. Todas las posadas tenían muchas ganancias excepto una, la del viejo señor Adam. Este señor era bastante feo, casi nunca salía de casa y cuando salía era para relacionarse con los vecinos, los cuales nunca le hablaban por que lo decían que era un monstruo. Los vecinos siempre lo criticaban y la gamberrada preferida de los niños era ir a tirar piedras de noche a las ventanas de la pequeña y sucia casa del pobre señor Adam.
Un día del crudo invierno bretón, uno de los mercaderes más ricos de la época, Lord Jenkings, que se encontraba de paso por el pequeño pueblo fue atacado por unos ladrones, muy habitual en aquella época. Cuando estos ladrones iban a escaparse apareció el señor Adam y consiguió salvar al rico mercader.
Lord Jenkings quedo muy agradecido por la gran ayuda que le acababa de prestar el viejo bretón. Por eso le regaló al viejo Adam dinero para que renovara su posada. En ella colocó cosas que en aquella época solo se podían ver el sur de Bretaña, es decir que ninguna de las otras posadas del pueblo tenían. A lo demás Lord Jenkings promulgo entre sus conocidos que existía una posada muy buena en Aberfeldy. La fama de esta posada fue creciendo cada vez más. La otra gente del pueblo como veía que sus posadas se quedaban sin clientes por que iban a la posada del señor Adam. Esta gente se vio obligada a empezar a cultivar de nuevo en los campos. Y como no tenían dinero no podían lavar la ropa que se empezó a quedar verde como el color de la hierba.
Un día lo vecinos decidieron ir a pedir ayuda al señor Adam, que ahora era rico. El señor Adam salió por la ventana y como vio que todos iban con la ropa verde exclamo: “A BUENAS HORAS MANGAS VERDES”. Y de esta manera se empezó a designar a las accione que se hacen a destiempo.Esta historia que yo os acabo de contar fue transmitida de generación en generación en muchas familias inglesas y ahora ya es conocida por la mayoría de la población europea.

¡AQUÍ TE PILLO, AQUÍ TE MATO!: posible origen

Cierto día Manuel decidió poner fin a la vida de su gallo, planeando hacer de él el plato principal de la cena de Nochebuena. El día veintitrés Manuel salió al corral, cuchillo en mano. El espléndido gallo (el mejor y más grande del gallinero) pareció adivinar las intenciones de su criador, y sin mucha espera, corrió huyendo. El hombre intentó llamar la atención del gallo con suaves silbidos y, más tarde, con comida. Ante la pasividad del ejemplar, que picoteaba el suelo de la finca con total tranquilidad, el criador decidió dejarlo estar por unos minutos e intentar capturarlo un poco más tarde.
Dos horas después, el hombre volvió al corral y se encontró al gallo picoteando en las migajas de la comida que antes había sido usada como cebo. Manuel, ayudado de una red, intentó cazar a su presa ahora que estaba desprevenida, pero ésta, que parecía tener ojos hasta en el lomo, la esquivó muy rápidamente. Cualquier otra persona normal, llegados a este punto, desistiría en su afán de capturarlo y escogería otro gallo que cumpliese las mismas condiciones físicas que el primero, pero Manuel no era otra persona y tampoco era normal.
La lucha entre cazador y presa continuó durante minutos, hasta que Manuel, cansado, decidió dar otra tregua al gallo. Cuando regresó al campo de batalla, el gallo había desaparecido y no había dejado huella de por donde lo había hecho. El humor de Manuel empeoró considerablemente, y sin ánimos de repetir la caza con otro ejemplar, decidió cocinar un delicioso bacalao, que conservaba congelado.
Pasadas veinticuatro horas, Manuel y su mujer comenzaron a preparar la mesa y la comida para el banquete de Nochebuena. A la hora prevista llegaron los invitados. Degustaron todos los manjares que el matrimonio había preparado para la ocasión y, llegados a los postres, unos extraños ruidos, provenientes de debajo de la mesa, empezaron a perturbar la tranquilidad de los invitados. Manuel miró debajo del caro mantel para así hallar el origen y la causa de esos ruidos, y tal fue su sorpresa que poco le faltó para quedarse mudo. Allí debajo estaba el gallo perdido. Y fue entonces cuando Manuel, delante de todos sus familiares, pronunció por primera vez esas palabras que a todos nos resultan conocidas ahora: ¡aquí te pillo, aquí te mato! Y cogió por el pescuezo al animal, que no tuvo en esta ocasión oportunidad de huir. Lo llevó a la cocina y lo mató, a la vez que los invitados oían un golpe seco que indicaba la definitiva victoria del cazador. A partir de ese momento, cuando alguien de la familia decidía contar una historia curiosa, con animales como protagonistas, siempre recurrían al episodio en casa de Manuel.
Y poco a poco, las palabras fueron tomando sentido por sí solas, hasta convertirse en esa frase que todos hemos usado alguna vez en nuestras vidas y que a veces resulta tan adecuada para la ocasión, aunque su significado en estas situaciones ya nada tenga que ver con arrebatar la vida.

2009/02/20

Posible origen de "Con el tiempo y una caña"



Adolfo, un señor que vivía en un pueblecito con muy pocos habitantes ,era aficionado a la pesca. Su afición venía ya de familia ,entre otras cosas, porque los peces eran el único alimento que obtenían del pueblo. Los demás habitantes intentaban cultivar algunos productos pero no lo conseguían y con la ganadería sucedía lo mismo. Solo tenían éxito los peces. La gente se empezó a hartar de alimentarse siempre de lo mismo, así que empezaron a introducir productos extranjeros poco a poco gracias a la ayuda de turistas que visitaban el lugar y fueron consiguiendo una dieta más variada con carne, patatas, arroz…

De ahí la frase ´´ con el tiempo y una caña ´´ que ha llegado a significar el ´´ deseo ´´, la ´´ impaciencia ´´ con que se espera algo que llegará o no en un futuro.

2009/02/18

"Caer chuzos de punta". Posible origen

Corrían tiempos difíciles. Fuera el viento soplaba fuerte. Desde mi camarote observaba el fuerte oleaje que golpeaba la quilla del navío, mientras soportaba unos fuertes mareos de los que me quejaba desde el comienzo del viaje. Con los barómetros anunciando un inminente temporal, al alba del día 21 de octubre, a unas 20 millas al Sudeste del Cabo Trafalgar, me encontraba yo, un joven marinero suizo, sin experiencia, rumbo al estrecho de Gibraltar, donde la batalla era inminente. La flor y nata de las marinas más potentes de la época mediría sus fuerzas en un combate tras el que nada sería lo mismo.
Me eché sobre mi litera con la esperanza de que cesaran las náuseas. Toda la tripulación andaba inquieta, y el temor llenaba el ambiente. A mi lado un viejo marinero leía lo que parecía un libro de extrañas ilustraciones. Me picó la curiosidad, y me acerque para saber más. Él, gustoso y amable, me explicó que aquel antiguo libro le había servido de mucho en sus años de marinero. En él había pequeñas ilustraciones de lo que parecían ser armas, pero no de las convencionales de la época, como sables, fusiles y demás, si no armas extrañas, que nunca había visto en el puerto, ni en manos de las corsarios de los países más lejanos. Pregunté intrigado. Me contó que aquellas armas no eran en absoluto convencionales, si no que se trataban de armas cuyo origen se hallaba en los países más recónditos de la tierra. Me fue enseñando más ilustraciones, de gran calidad sin duda, y cuando alguna me llamaba en especial la atención, él me contaba una gran historia sobre el arma en cuestión. De pronto encontré una muy familiar. Era un palo fino de madera con una punta de hierro en el extremo, muy sencilla. Sonreí y le dije que aquel arma provenía de mi país, y que era muy común allí. Yo mismo tenía varios. Se llamaban chuzos. Cuando dije esto, se levantó la camisa y me mostró una gran herida en el costado. “Mira lo que me ha hecho uno de los tuyos, en un viaje que hice a Berna”. Lo dijo de una manera tan espontánea que no pude evitar reírme. Y a continuación le enseñé varias cicatrices, también producidas con un chuzo. “¡vaya, si hay algo que no se puede destacar de Suiza es la afabilidad de sus gentes!” y no tuve más remedio que reírme. Los chuzos parecían un arma simple, pero era en verdad dolorosa.
En el exterior, una gran tempestad había llegado. Salimos, y lo primero que vimos fue a un marinero quejarse de lo fuerte que caía la lluvia, y que el granizo hasta le hacía daño. Ante esto, el viejo se volvió y dijo malhumorado pero divertido a la vez: “¡ni que cayeran chuzos de punta!” y toda la tripulación que lo oyó rió ante la ocurrencia del simpático viejo.

2009/02/16

Pelillos a la mar: posible origen

En el siglo XV vivían en las agitadas calles de Londres dos amigos, de cuyos nombres la historia se ha olvidado. Un día sus bolsillos se vieron apretados y decidieron emigrar.
Durante el viaje en barco uno de ellos se cayó y una herida atravesó su cara. Empezó a gritar que había sido su compañero y no las olas, el que lo habían tirado.
Este hecho acabó en una fuerte pelea, durante la cual ,los dos igualados en fuerza, se cayeron al mar. Uno de los marineros los vio y los trajo de vuelta al barco.
Uno de los amigos, el más sensato, decidió que deberían hacer las paces de una manera especial. Se cortaron el pelo y lo tiraron al mar.
Esta historia recorrió el mundo y acabó convirtiéndose en una frase popular.

Dentro de cien años todos calvos: Posible origen

Hace muchos años, vivía en una pequeña aldea un hombre llamado Saúl. Era hijo único y sus padres habían fallecido hacía ya bastante tiempo, debido a que los dos padecían de una grave enfermedad. A Saúl le costó mucho recuperarse. Pero era una persona fuerte y logró hacerlo gracias a su fortaleza y al apoyo de sus amigos.
La principal prioridad de todo hombre en aquella época era sobrevivir. Trabajar era prácticamente una obligación, sobre todo si se procedía de una familia humilde, como era el caso de Saúl. Después de la dura jornada, era habitual echar una partida de cartas con los vecinos y beber un par de vasos de vino casero.
Una fría mañana de invierno, un desconocido se presentó en casa de Saúl. Éste se quedó sorprendido al ver que aquel individuo lucía un elegante traje de marca y un abrigo de finísima piel, también llevaba consigo un extraño maletín. Resultó ser un primo lejano de su padre llamado Jean, que residía en Francia.
Tras una larga e intensa conversación, Jean le explicó que el motivo de su llegada era ofrecerle dinero, porque sabía que lo necesitaba. Era demasiado dinero, y Saúl se negaba a aceptarlo; pero finalmente cedió, muy agradecido.
A partir de ese día, la vida de Saúl dio un giro de 180º. Comenzó a vestir de forma elegante, contrató a empleadas de hogar para que mantuviesen su casa en orden, se compró un lujoso coche, consiguió un buen trabajo en la ciudad, adquirió tierras y propiedades…La gente de la aldea empezó a murmurar y sus amigos lo echaban en falta, pero él estaba tan centrado en su nueva vida que no se percató.
Transcurridos un par de años, Saúl era un hombre cargado de agobios, estrés y ansiedad y no tenía tiempo para disfrutar de lo bello que la vida nos regala. Se paró a pensar, y se dio cuenta del tiempo que había desperdiciado al ser rico. Ansiaba volver a ser el de antes, el que pasaba tardes enteras jugando a las cartas, el que trabajaba con sus propias manos para vivir…: el Saúl humilde. Estaba arrepentido y se disculpó con los suyos, a lo que don Abelino le respondió con un sabio consejo: “Amigo, debemos aprovechar y disfrutar juntos de lo que nos queda de vida. Todos cometemos errores, pero lo importante es rectificar y aprender de ellos, y veo que lo estás haciendo. Ya nos vamos haciendo viejos y apenas tenemos pelo, pero piensa que dentro de cien años no quedará nada de nosotros. Dentro de cien años, todos calvos y enterrados en una caja de madera estaremos, Saúl”.
De ese consejo proviene esta frase hecha, convertida en un refrán popular, que significa que dentro de cien años, en el futuro, no quedará nada de nosotros, y por ello debemos valorar el presente.

2009/02/14

Cerrarse en banda: Posible origen

Rondaba el año 1890 cuando se descubrió lo que hoy llamamos cabezonería: el culpable de este hecho fue un adolescente de quince años llamado Pedro que vivía humildemente en un pequeño pueblo de la costa mediterránea con su padre y su madre. Su padre, Iván, era músico, y su madre, Rosa, era ama de casa. Sus vidas estaban llenas de felicidad, eran una familia muy unida. Pero todo cambió cuando Pedro se enamoró.
Se lo contó a sus padres y les pareció muy bien. Una tarde llevó a su pareja a casa para presentársela a sus padres, pero hubo un problema: su pareja se llamaba Carlos. Tal y como era la sociedad de aquella época cabe esperarse la reacción de Iván: le faltó poco para echarlos a los dos de casa, pero se contuvo, sólo hizo que se fuera Carlos, y cuando éste se marchó le echó una bronca tremenda a su pobre y desconsolado hijo. Lo castigó sin salir de casa y le prohibió terminantemente volver a ver a Carlos.
Pedro estaba tan disgustado que no sabía qué hacer. Le suplicó compasión a su padre, se lo pidió de mil maneras, pero no cedía. Nada cambiaba, así que ideó un plan: decidió encerrarse sin comida, sin bebida en la habitación en la que su padre ensayaba con la banda de música, así su padre no podría trabajar. Pasaron los días y su padre no cedía. Pedro iba enfermando poco a poco. Su madre intentaba dialogar con él para que entrara en razón, para decirle que tenía que comer o se acabaría muriendo, pero a él le daba igual; era tal su amor por Carlos que prefería morir a estar sin él. Y así sucedió: Pedro se acabó muriendo. Y, pocos días después, debido al sentimiento de culpa, su padre se suicidó.
En el pueblo la gente se preguntaba: “¿por qué murieron Pedro e Iván?”, “por encerrarse con la banda” contestaba siempre la desconsolada madre.
Y así es como surgió la frase hecha “cerrarse en banda”, gracias a la cabezonería de Pedro e Iván.

2009/02/09

EL PAÑUELO DE YASSER ARAFAT

La kefia o palestina es una prenda que se ha puesto muy de moda últimamente y que podemos ver rodeando los cuellos de muchos jóvenes alrededor del mundo. Pero este pañuelo no nació como un complemento más, si no que tiene un significado que nada tiene que ver con la estética.
Los palestinos llevan utilizándola durante décadas para cubrir su cabeza y boca en las regiones desérticas, aunque fueron Arafat y otros dirigentes palestinos quienes la convirtieron en un signo de apoyo a este pueblo.
Arafat fue presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), y fundador del grupo Fatah, que utilizó la lucha armado contra Israel como defensa de su causa.
Los orígenes de esta lucha son tanto territoriales como religiosos ya que, según las escrituras, Dios le prometió a Abrahám la tierra de Canaán (actual Israel,

Cisjordania y franja de Gaza), pero este tuvo dos hijos con dos mujeres diferentes y según la tradición religiosa los israelés desceienden de Isaac, hijo de la mujer legítima, y los árabes de Ismael, hijo primogénito pero de una sierva egipcia.
En realidad, el conflicto viene por decidir quién tiene la soberanía de ese territorio y ha ido cambiando de forma, pasando por períodos de paz y de guerra pero, desgraciadamente, hoy todavía no se ha podido llegar a un acuerdo.
Y en medio de esta polémica, Yasser Arafat se ha convertido para unos en un líder guerrillero y para otros en todo un terrorista.
De modo que el símbolo de la pañoleta tiene bastante más importancia de la que se le da actualmente. Fue en 1979 cuando, gracias a la reunión mantenida entre Yasser Arafat y Adolfo Suárez en la que el líder palestino vistió su característico pañuelo, la kefia comenzó a verse en muchos jóvenes progresistas o “hippies” como un símbolo de solidaridad a la causa palestina.
También originalmente los colores indican la procedencia de su portador e incluso pueden tener motivos religiosos.
Pero como suele ocurrir, la moda ha borrado su significado, ahora es un complemento como otro cualquiera y ninguno de nosotros nos hemos detenido a pensar si hay algo detrás de la ropa que llevamos o si simplemente queda bonita.

Sí, yo también he llevado el pañuelo de Yasser Arafat

Hace ya algo más de dos años, en Monforte empezaron a llevarse estos -si se me permite- pañuelos. Al principio, sólo se vendían en blanco y negro pero más tarde comenzaron a traerlos de todos los colores. En un solo día se podían encontrar cientos de chicos y chicas carentes de personalidad que rodeaban sus cuellos con estas “palestinas” semejando robots recién salidos de la fábrica. Me miraba en el espejo con mi sencilla bufanda negra creyéndome una persona con gusto que no iba a caer en esa trampa. Además, tampoco me gustaban.
Salí un día de casa con la intención de comprarme otra bufanda en una tienda hippie, donde normalmente cobran el doble de lo que vale. No es que me intente justificar pero 100 metros antes me detuve ante un escaparate lleno de palestinas de todos los colores. Normalmente suelo ir a lo barato y el aliciente de que fueran pura moda me convenció definitivamente. Llegué a casa orgullosa de mi compra cuando oigo que a mi madre algo le llama la atención: “¿Y tú que haces con el pañuelo de Yasser Arafat?” “¿El qué?” Me explicó que lo llevaba un líder palestino y, como a mi madre mientras no lleve nada que haga daño o mate le vale, no le dio mayor importancia.
He de reconocer que pocas veces lo puse: no me gustaba mucho y, por otra parte, mi sobria bufanda negra abrigaba más.
Estas prendas han destacado en pasarelas y han sido llevadas por personajes famosos como Beckam. Últimamente, esta moda está decayendo, pero hubo una época en la que incluso marcas influyentes para los jóvenes como Zara, o -no tanto- como Prada (500 €), las vendían.
Aunque muchos de los que las hemos llevado no lo sabíamos, las palestinas, que es como yo las he llamado siempre, tienen un significado y una historia que van más allá de las fronteras comerciales:
Este pañuelo fue utilizado por Yasser Arafat el cual adoptó la kufiya (su verdadero nombre) como un símbolo personal, e hizo que desde entonces se convirtiesen en la representación de Palestina y de su lucha. Más tarde, cuando empezó a ser usada en occidente, adquirió diversos y hasta curiosos significados. Hay quien dice que representa la solidaridad hacia el pueblo palestino; otros, que simboliza una ideología progresista de izquierdas y hasta hay quien lo relaciona con el nazismo.
Es sorprendente que un pañuelo, que antiguamente se utilizaba para resguardarse del calor y de la arena del desierto, haya levantado tanta polémica. Para mí esta prenda siempre estuvo desligada de su poder reivindicativo, aunque a partir de ahora empezaré a tenerlo más en cuenta.
Por otra parte, si la moda de llevar kipás, los sombreros típicos judíos, comenzara a extenderse por Monforte. ¿También lo llevaríamos todos?

2009/02/08

El pañuelo de Arafat

Yo, al igual que mucha gente de mi edad, llevo a diario una palestina, de la cual sabía que es una prenda árabe y más o menos también el uso que allí se le da, pero realmente desconocía el significado que tiene hasta que empecé a informarme. Ahora sé que su verdadero nombre es kufiya y sé que desde hace algún tiempo, debido a que el líder palestino Yasser Arafat la llevaba siempre, la prenda se tomó como un símbolo de resistencia y de lucha del pueblo palestino.
Para Arafat, la kufiya era un distintivo de sacrificio y libertad. Este líder palestino pasó gran parte de su vida luchando contra Israel y, aunque en un principio se opuso a la existencia del estado israelita, poco a poco fue cambiando su posición, acabando por recibir el premio Nóbel de la paz, por sus intentos de paz.
Del conflicto árabe-israelí, he de reconocer que no sé mucho, es más, lo que sé es lo que estoy oyendo y leyendo en los medios de comunicación. Creo que el conflicto se debe a la famosa resolución de la ONU, que después de terminada la Segunda Guerra Mundial, al no saber que hacer con los judíos, que estaban ansiosos por escapar de Europa, decidió dividir el territorio palestino en dos, sin fijarse en que en esa zona se produciría un choque de dos culturas diferentes que difícilmente podrían llegar a entenderse.
En la actualidad, veo que existen muchos intereses políticos y económicos que hacen que ni Europa ni EEUU intervengan en el conflicto, que cada vez genera más odio y más muertes.
No entiendo cómo algunos países intervienen en otros conflictos o juzgan a sus responsables por crímenes de guerra y, en cambio, en este conflicto ni se mojan.

2009/02/07

El pañuelo de Yasser Arafat.

Hace varias temporadas, algunos diseñadores, como por ejemplo Nicolas Ghesquière, director creativo de la casa Balenciaga, decidieron vestir a sus modelos con unos pañuelos al cuello que resultaban cómodos y calientes. Al principio la gente se mostraba contrariada al reconocer esas prendas, y no comprendían cómo esos pañuelos que parecían tan simples y alejados de la cultura occidental podían estar mostrándose sobre una pasarela. Sin embargo, la moda depende de los deseos de los diseñadores, y si a ellos les parecía buena idea el uso de ese pañuelos como complemento en el atuendo casual, no cabía duda de que con el paso del tiempo la población acabaría luciéndolos con el orgullo de seguir la última moda. Así fue como el uso de estos pañuelos, también conocidos como “palestinas”, se extendió por toda Europa.
En la actualidad no llama la atención encontrar por la calle a jóvenes y no tan jóvenes con esta prenda al cuello. Pero, ¿realmente saben lo que llevan puesto? A simple vista parece un pañuelo normal y corriente que puede adoptar distinta tonalidad a fin de combinar con la ropa del propietario, pero, ¿qué significado lleva consigo este pañuelo? Pues bien, la primera persona el lucir este complemento fue Yasser Arafat, que fue líder del partido político Fatah y presidente de varias organizaciones palestinas. Luchó durante la mayor parte de su vida por lograr la liberación de Palestina y, por lo tanto, en contra de Israel. Mientras que algunos lo consideraban un mártir y guerrillero, otros lo definían como terrorista a causa de los numerosos ataques que efectuó contra Israel.
Lo que llama la atención es que casi la totalidad de personas que portan este pañuelo desconocen quién fue realmente el precursor de esta “moda”. Además, este pañuelo ha perdido por completo su significado político y se ha convertido en un mero elemento de adorno y abrigo. Las personas que llevan hoy estas prendas no van por las calles defendiendo o criticando la guerra actual entre palestinos e israelitas, solamente usan este pañuelo para seguir la moda o para responder al frío.
Es una actitud un tanto frívola el acatar las órdenes de los diseñadores sin pararnos a pensar qué nos exigen vestir; pero esa es la realidad, y cualquier persona que desee estar a la última, debe, sin duda, someterse a sus dictados.

2009/02/05

El pañuelo de Yasser Arafat:

Seguramente, el conflicto palestino-israelí es uno de los temas que más repercusión ha tenido y tiene últimamente. Todos los telediarios se hacen eco de la misma noticia: el interminable conflicto existente entre palestinos e israelíes, que cada día genera más y más muertos debido a asaltos y bombardeos.
Lo que sé acerca de esta disputa es que los israelitas se preguntan insistentemente por qué los palestinos se empeñan en vivir en su tierra, cedida por los ingleses. Han sabido sacar de una tierra casi árida excelentes frutos, han sido capaces de controlar los yacimientos de agua…etc. y no ven por qué tienen que compartir su desarrollo con estos vecinos que solamente quieren echarlos.
Por otro lado, el pueblo palestino también se considera víctima, por haber sido expulsado de unos territorios ocupados inicialmente por ellos mismos.
La OLP (Organización para la Liberación de Palestina) gobernó en Palestina tratando de mediar pacíficamente en los conflictos con sus vecinos. Su líder fue Yasser Arafat, líder también de la ANP (Autoridad Nacional Palestina) y del partido político Al-Fatah.
Yasser Arafat llevaba siempre su inconfundible pañuelo blanco y negro envuelto alrededor de su cabeza, llamado “kufiya”, lo que nosotros conocemos comúnmente con el nombre de “palestina”.
La verdad es que desconocía por completo el significado de aquel pañuelo, pero por lo que ahora sé identifica a la resistencia de Palestina contra Israel.
Es curioso, porque ha pasado de ser un signo de protesta usado por los palestinos a ser uno de los complementos que más se ha puesto de moda en nuestra sociedad, sobre todo entre los adolescentes, quienes lo utilizan a modo de bufanda o fular, y todo porque algunas modelos famosas lo han llevado antes a las pasarelas. Ha creado un ‘boom’ tan grande que ahora hasta los hay de diferentes colores y tonalidades.
Se ha dado un caso de censura de un anuncio publicitario americano en el que la actriz que lo protagonizaba lucía una kufiya atada al cuello, y eso ha dado paso a una serie de críticas, ya que EEUU defiende los intereses israelíes.
Estoy convencida de que la mayoría de los jóvenes que usan palestinas no tienen ni idea de por qué la llevan, o bueno, sí que tienen: “lo lleva mi amigo”. Es lamentable el hecho de llevar puesto algo porque sí, porque está de moda y porque si no lo llevo no soy “guay”. Y me incluyo, porque yo también lo he utilizado alguna vez y no tenía ni idea del simbolismo que posee.

2009/02/04

NO más violencia

El pañuelo de Yasser Arafat

Durante varios siglos, el pueblo judío vivió dividido en varios países del mundo, especialmente en Europa, en lo que se conoce por Diáspora. La convivencia de estos con el resto de europeos no fue fácil, las persecuciones especialmente en la Europa del Este a finales del siglo XIX fueron causas determinantes para la aparición del ‘sionismo’ político, movimiento nacionalista que reclamaba un Estado propio para todas las comunidades judías que había por el mundo. Además de los sionistas políticos, los sionistas culturales subrayaban la importancia que tenía convertir a Palestina en un centro para el crecimiento espiritual y cultural del pueblo judío.
El conflicto entre los árabes y los israelitas nació cuando el territorio palestino fue dividido en dos partes, una de ellas pasaría a pertenecer al pueblo de Israel. Palestina nunca aceptó esto ya que creían que ellos tenían derecho a todo el territorio. Dicho conflicto comenzó muchos siglos atrás, pero ninguna guerra pudo estallar entre ellos hasta 1948, ya que las colonias británicas permanecieron allí hasta ese año. Al día siguiente de la
Declaración de independencia del Estado de Israel en el territorio asignado por el Plan de la ONU para la partición de Palestina de 1947, los cinco estados árabes vecinos (Líbano, Siria, Jordania, Iraq y Egipto), disconformes con dicho Plan, le declararon la guerra al nuevo Estado de Israel e intentaron invadirlo. Una vez acabada la guerra fría, y después de cinco conflictos armados, parecía que había llegado el momento del entendimiento, ya que el proceso iniciado en 1993, con el demócrata Bill Clinton en la Casa Blanca, rozó la paz. Pero tan sólo fue un espejismo.
Yasser Arafat fue el máximo líder del movimiento nacional palestino. En 1969 fue nombrado presidente de la OLP (Organización para la liberación de Palestina). Desde este cargo buscó por todos los medios mantener la autonomía de los palestinos frente a las potencias árabes dominantes. Su pañuelo, que misteriosamente hoy en día es moda, fue impuesto por su tío, Aminal Husayni, como prenda masculina obligatoria en Palestina entre 1936 y 1939, durante la etapa del mandato británico y bajo pena de apaleamiento o muerte. Luego Yasser Arafat lo adoptó como seña de identidad dándole un significado de sacrificio y libertad del pueblo palestino. Hay pañuelos de diferentes colores y características: Blanco, es característico de los países del Golfo; Negro y blanco, más característico de los países republicanos; Rojo y blanco, más característico de las monarquías. Por supuesto hoy ya se ha convertido en algo más. Puedes verlo en tiendas como Zara, y mucha gente lo lleva sin saber realmente cuál es su significado ni dónde está su origen.


2009/02/03

"Vidas Minadas" de Gervasio Sánchez

Foto de Gervasio Sánchez, premiada con el "Ortega y Gasset de Fotografía"

Cristian Garza


Podría ser una foto más, una foto preparada, que transmite una sensación de traquilidad. En un principio me fijé en la pintura de los cuerpos de la chica y la niña; pero luego mis ojos bajaron y se quedaron fijos en las piernas: ¡eran ortopédicas! En ese momento, mi primera sensación cambió. Esas piernas me hacen pensar en la capacidad del hobre para hacer daño, un daño indiscriminado y en como los gobiernos hacen la vista gorda diciendo que son "daños colaterales". ¿Qué significa esto? ¿Qué todo vale?
La mujer de la foto es una más de las miles de personas anónimas que día a día se esfuerzan por mantener la ilusión, pero ella es Sofi, de ella sabemos más. Sabemos que quisieron romper su vida cuenado era una niña y también que no lo consiguieron; hoy es una jocen madre que mantiene la ilusión y la fuerza. Deberíamos seguir su ejemplo: mantener la ilusión y la fuerza para no dejar de luchar contra estas barbaridades.

Brais Rubio

En un primer momento esta imagen no me llamó mucho la atención, pero cuanto más la miro más me impresiona. Realmente no sé muy bien porqué. Quizás porque muestra que ha pesar de la desgracia de esta chica que está sin piernas, es capaz de mostrar una imagen “normal”, como si fuese posible que la vida continuara con normalidad, con su hija, con sus nuevas “piernas”, capaz de descansar las dos placidamente, como si la desgracia no fuera con ellas.
Sólo se me ocurre pensar que nadie tiene derecho a hacerle esto a ninguna persona, que no hay nada que justifique esta barbaridad y desear que nunca, nunca, una imagen de este tipo la tengamos que premiar. Sería igual de bonita con “sus” piernas.


María Díaz López:

Al observar con detalle esta imagen, puedo ver cómo una mujer africana ha perdido sus dos piernas, probablemente al pisar alguna mina antipersona, y que ha tenido la suerte de recibir un par de prótesis que le permiten seguir con su vida, siendo capaz de realizar actividades vitales como, por ejemplo, el cuidado de su hijo pequeño.
La imagen me transmite la sensación de que todavía existen personas que valoran el hecho de ser solidario y que ponen su vida al servicio de los que más lo necesitan.
Sueño con que llegue el día en el que imágenes como ésta no se vuelvan a repetir nunca más y en el que todos seamos libres para gritar: ¡por fin existe la paz!

Sabela Valcárcel Sanmartino:
La foto me impactó mucho cuando la vi, sobre todo cuando me fijé en las piernas de la mujer que está acostada. Reflexioné sobre lo que le habría podido pasar y llegué a la conclusión de que seguramente vive en uno de esos países donde hay minas antipersona. Por desgracia, probablemente pisó en algún lugar donde las había, y se quedó sin piernas. Pero gracias a Dios sobrevivió y por lo que puedo observar en la foto, pudo acceder a la cirugía y le pusieron dos prótesis.

La chica está descansando con un bebé muy pequeñito a su lado, quizá sea su hijo. Ojalá que cuando él crezca no tenga que pasar por lo que pasó su madre y pueda tener una vida mejor.
Cuando veo este tipo de imágenes en las que salen niños, es cuando más me afectan, porque creo que todos deben de tener una infancia feliz.

Clandestino

2009/02/01

La ladrona de libros.


Una novela ante la que no es posible quedar indiferente.
Una niña en la Alemania nazi encuentra fuerzas para vivir despuès de la muerte de su hermano y del abandono de su madre, que la deja con otra familia.
Poco a poco la niña encuentra la felicidad y el amor en su nueva familia, se adapta,hace amigos y va al colegio, donde no destaca ya que no sabe leer ni escribir. Su padre le enseña a hacerlo y la niña poco a poco siente una necesidad por la lectura, lo que hace que robe libros y se embarque en otros mundos mientras las bombas se deslizan en el cielo de Alemania.

Un libro precioso, sencillo y apasionante.

El nombre de la rosa


Un libro con una inquietante historia. Asesinatos, intriga junto con toques eclesiásticos.

Todo se desarrolla en relación con los crímenes en una abadía benedictina. Guillermo, un hombre inteligente, y su compañero Adso llevarán acabo una investigación dentro de la abadía.

Un libro un poco difícil de leer, y en ocasiones muy pesado, pero con mucho toques de intriga y que hacen que quieras seguir adelante para resolver el crimen.

SI ESTO ES UN HOMBRE


El autor de este libro, Primo Levi, de familia judía con la que vivía en Piamonte (Italia) formaba parte de un partido antifascista. Por ello fue capturado y enviado a Monowitz, un campo de concentración nazi de los más grandes.
En este libro nos cuenta su propia y desgraciada experiencia allí, donde los hombres vivían en condiciones pésimas y eran tratados como cosas inservibles.