2009/02/21

"A buenas horas, mangas verdes", posible origen

En la antigua Bretaña, isla del norte de Europa, existía un pueblo llamado Aberfeldy, y que estaba situado a orillas del río Tay. La gente de este pueblo vivía del dinero que ganaban gracias a los caminantes y forasteros que para visitar el norte de Bretaña pasaban por ahí para refugiarse en sus conocidas posadas. Todas las posadas tenían muchas ganancias excepto una, la del viejo señor Adam. Este señor era bastante feo, casi nunca salía de casa y cuando salía era para relacionarse con los vecinos, los cuales nunca le hablaban por que lo decían que era un monstruo. Los vecinos siempre lo criticaban y la gamberrada preferida de los niños era ir a tirar piedras de noche a las ventanas de la pequeña y sucia casa del pobre señor Adam.
Un día del crudo invierno bretón, uno de los mercaderes más ricos de la época, Lord Jenkings, que se encontraba de paso por el pequeño pueblo fue atacado por unos ladrones, muy habitual en aquella época. Cuando estos ladrones iban a escaparse apareció el señor Adam y consiguió salvar al rico mercader.
Lord Jenkings quedo muy agradecido por la gran ayuda que le acababa de prestar el viejo bretón. Por eso le regaló al viejo Adam dinero para que renovara su posada. En ella colocó cosas que en aquella época solo se podían ver el sur de Bretaña, es decir que ninguna de las otras posadas del pueblo tenían. A lo demás Lord Jenkings promulgo entre sus conocidos que existía una posada muy buena en Aberfeldy. La fama de esta posada fue creciendo cada vez más. La otra gente del pueblo como veía que sus posadas se quedaban sin clientes por que iban a la posada del señor Adam. Esta gente se vio obligada a empezar a cultivar de nuevo en los campos. Y como no tenían dinero no podían lavar la ropa que se empezó a quedar verde como el color de la hierba.
Un día lo vecinos decidieron ir a pedir ayuda al señor Adam, que ahora era rico. El señor Adam salió por la ventana y como vio que todos iban con la ropa verde exclamo: “A BUENAS HORAS MANGAS VERDES”. Y de esta manera se empezó a designar a las accione que se hacen a destiempo.Esta historia que yo os acabo de contar fue transmitida de generación en generación en muchas familias inglesas y ahora ya es conocida por la mayoría de la población europea.

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