Cristian Garza
Podría ser una foto más, una foto preparada, que transmite una sensación de traquilidad. En un principio me fijé en la pintura de los cuerpos de la chica y la niña; pero luego mis ojos bajaron y se quedaron fijos en las piernas: ¡eran ortopédicas! En ese momento, mi primera sensación cambió. Esas piernas me hacen pensar en la capacidad del hobre para hacer daño, un daño indiscriminado y en como los gobiernos hacen la vista gorda diciendo que son "daños colaterales". ¿Qué significa esto? ¿Qué todo vale?
La mujer de la foto es una más de las miles de personas anónimas que día a día se esfuerzan por mantener la ilusión, pero ella es Sofi, de ella sabemos más. Sabemos que quisieron romper su vida cuenado era una niña y también que no lo consiguieron; hoy es una jocen madre que mantiene la ilusión y la fuerza. Deberíamos seguir su ejemplo: mantener la ilusión y la fuerza para no dejar de luchar contra estas barbaridades.
Brais Rubio
En un primer momento esta imagen no me llamó mucho la atención, pero cuanto más la miro más me impresiona. Realmente no sé muy bien porqué. Quizás porque muestra que ha pesar de la desgracia de esta chica que está sin piernas, es capaz de mostrar una imagen “normal”, como si fuese posible que la vida continuara con normalidad, con su hija, con sus nuevas “piernas”, capaz de descansar las dos placidamente, como si la desgracia no fuera con ellas.
Sólo se me ocurre pensar que nadie tiene derecho a hacerle esto a ninguna persona, que no hay nada que justifique esta barbaridad y desear que nunca, nunca, una imagen de este tipo la tengamos que premiar. Sería igual de bonita con “sus” piernas.
Sólo se me ocurre pensar que nadie tiene derecho a hacerle esto a ninguna persona, que no hay nada que justifique esta barbaridad y desear que nunca, nunca, una imagen de este tipo la tengamos que premiar. Sería igual de bonita con “sus” piernas.
María Díaz López:
Al observar con detalle esta imagen, puedo ver cómo una mujer africana ha perdido sus dos piernas, probablemente al pisar alguna mina antipersona, y que ha tenido la suerte de recibir un par de prótesis que le permiten seguir con su vida, siendo capaz de realizar actividades vitales como, por ejemplo, el cuidado de su hijo pequeño.
La imagen me transmite la sensación de que todavía existen personas que valoran el hecho de ser solidario y que ponen su vida al servicio de los que más lo necesitan.
Sueño con que llegue el día en el que imágenes como ésta no se vuelvan a repetir nunca más y en el que todos seamos libres para gritar: ¡por fin existe la paz!
La imagen me transmite la sensación de que todavía existen personas que valoran el hecho de ser solidario y que ponen su vida al servicio de los que más lo necesitan.
Sueño con que llegue el día en el que imágenes como ésta no se vuelvan a repetir nunca más y en el que todos seamos libres para gritar: ¡por fin existe la paz!
Sabela Valcárcel Sanmartino:
La foto me impactó mucho cuando la vi, sobre todo cuando me fijé en las piernas de la mujer que está acostada. Reflexioné sobre lo que le habría podido pasar y llegué a la conclusión de que seguramente vive en uno de esos países donde hay minas antipersona. Por desgracia, probablemente pisó en algún lugar donde las había, y se quedó sin piernas. Pero gracias a Dios sobrevivió y por lo que puedo observar en la foto, pudo acceder a la cirugía y le pusieron dos prótesis.
La chica está descansando con un bebé muy pequeñito a su lado, quizá sea su hijo. Ojalá que cuando él crezca no tenga que pasar por lo que pasó su madre y pueda tener una vida mejor.
Cuando veo este tipo de imágenes en las que salen niños, es cuando más me afectan, porque creo que todos deben de tener una infancia feliz.
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