2009/02/09

Sí, yo también he llevado el pañuelo de Yasser Arafat

Hace ya algo más de dos años, en Monforte empezaron a llevarse estos -si se me permite- pañuelos. Al principio, sólo se vendían en blanco y negro pero más tarde comenzaron a traerlos de todos los colores. En un solo día se podían encontrar cientos de chicos y chicas carentes de personalidad que rodeaban sus cuellos con estas “palestinas” semejando robots recién salidos de la fábrica. Me miraba en el espejo con mi sencilla bufanda negra creyéndome una persona con gusto que no iba a caer en esa trampa. Además, tampoco me gustaban.
Salí un día de casa con la intención de comprarme otra bufanda en una tienda hippie, donde normalmente cobran el doble de lo que vale. No es que me intente justificar pero 100 metros antes me detuve ante un escaparate lleno de palestinas de todos los colores. Normalmente suelo ir a lo barato y el aliciente de que fueran pura moda me convenció definitivamente. Llegué a casa orgullosa de mi compra cuando oigo que a mi madre algo le llama la atención: “¿Y tú que haces con el pañuelo de Yasser Arafat?” “¿El qué?” Me explicó que lo llevaba un líder palestino y, como a mi madre mientras no lleve nada que haga daño o mate le vale, no le dio mayor importancia.
He de reconocer que pocas veces lo puse: no me gustaba mucho y, por otra parte, mi sobria bufanda negra abrigaba más.
Estas prendas han destacado en pasarelas y han sido llevadas por personajes famosos como Beckam. Últimamente, esta moda está decayendo, pero hubo una época en la que incluso marcas influyentes para los jóvenes como Zara, o -no tanto- como Prada (500 €), las vendían.
Aunque muchos de los que las hemos llevado no lo sabíamos, las palestinas, que es como yo las he llamado siempre, tienen un significado y una historia que van más allá de las fronteras comerciales:
Este pañuelo fue utilizado por Yasser Arafat el cual adoptó la kufiya (su verdadero nombre) como un símbolo personal, e hizo que desde entonces se convirtiesen en la representación de Palestina y de su lucha. Más tarde, cuando empezó a ser usada en occidente, adquirió diversos y hasta curiosos significados. Hay quien dice que representa la solidaridad hacia el pueblo palestino; otros, que simboliza una ideología progresista de izquierdas y hasta hay quien lo relaciona con el nazismo.
Es sorprendente que un pañuelo, que antiguamente se utilizaba para resguardarse del calor y de la arena del desierto, haya levantado tanta polémica. Para mí esta prenda siempre estuvo desligada de su poder reivindicativo, aunque a partir de ahora empezaré a tenerlo más en cuenta.
Por otra parte, si la moda de llevar kipás, los sombreros típicos judíos, comenzara a extenderse por Monforte. ¿También lo llevaríamos todos?

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