2010/03/21

Lo malo de la poesía

Lo malo de la poesía, me di cuenta
mientras caminaba por una playa una noche-
la fría arena de Florida bajo mis pies desnudos,
un espectáculo de estrellas en el cielo-


lo malo de la poesía es
que anima a escribir poesía,
más pececillos que atestan la pecera,
más conejillos
saltando de sus madres a la hierba cubierta de rocío.

¿Y cómo acabará algún día?
a menos que al final llegue el día
en el que hayamos comparado todas las cosas del mundo
con el resto del mundo,

y no quede otra cosa que hacer
sino cerrar silenciosamente nuestros cuadernos
y sentarnos con las manos cruzadas en la mesa.

La poesía me colma de alegría
y me elevo como pluma al viento.
La poesía me inunda de pesar
y me hundo como una cadena lanzada desde un puente.

Pero principalmente la poesía me inunda
con ganas de escribir más poesía,
de sentarme en la oscuridad y esperar que una pequeña llama
aparezca en la punta del lápiz.

Y junto a eso, el anhelo por robar,
irrumpir en los poemas de otros
con la linterna y un pasamontañas.

Y vaya panda de delincuentes infelices somos,
carteristas, ladrones comunes de tiendas,
pensé para mí
mientras una fría ola se rizaba en mis pies
y el faro peinaba el mar con su megáfono de luz
que es una imagen que robé directamente
de Lawrence Felinghetti-
para ser totalmente sincero por un momento-
el poeta ciclista de San Francisco
cuyo pequeño parwue de atracciones en forma de libro
llevaba en un bolsillo lateral de mi uniforme
subiendo y bajando los procelosos pasillos del instituto.

Billy Collins, Lo malo de la poesía y otroa poemas, Bartleby Editores

Hoy se celebra el Día mundial de la Poesía

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Maravillosa entrada, eso es lo malo de la poesía y lo bueno también.
Te seguimos desde La Tribu de PCPI
Un saludo Estrella.

I. CAMACHO dijo...

Lo malo de la poesía es que crea adicción y cada vez necesitas más y más. Por lo menos un chute diario de poesía. Estupendo poema. Saludos desde Loranca.