Economía del amor

La economía se ocupa de las cuestiones que surgen en relación con la satisfacción de las necesidades individuales y de la sociedad. Las necesidades pueden ser materiales o inmateriales.

El amor es una necesidad como cualquier otra, de tipo inmaterial. En la sociedad actual el amor se rige por la ley de la oferta y la demanda. En el que cada individuo es a la vez oferente y demandante de ciertas características y atributos (tanto físicos como intelectuales).

En este apartado hablaremos de las relaciones de pareja. Cada relación es diferente, pero para establecer unas pautas distinguiremos entre tres tipos:

Relación convencional
Aquella en la que existe un oferente y un demandante (ambos son a la vez oferentes y demandantes) De este modo hablaremos de un monopolio bilateral en el que cada una de las partes ofrece y demanda unas características específicas de la otra. Para que la relación sea plenamente satisfactoria cada una de las partes debe estar satisfecha con la otra y dar lo mismo que recibe. Por desgracia, ésta es una situación poco común ya que en el mercado existen muchos otros competidores dispuestos a ofrecer nuevas prestaciones a precios más asequibles, por lo que la fidelidad es un factor importante que no hay que dejar de lado.

Relaciones esporádicas
Se mueven en un mercado de libre competencia en el que hay un gran número de oferentes y de demandantes. La finalidad de las mismas depende de las partes y puede oscilar desde necesidades puramente sexuales a otras de índole más sentimental como afecto o compañía.
Este tipo de relación puede ser un acuerdo mutuo entre las partes o darse por causa de una relación convencional fallida. Es importante que los oferentes expongan sus mejores cualidades a buen precio si pretenden captar demandantes.

Relaciones espóradicas intermitentes
Esta es una modalidad relativamente nueva. Es un acuerdo entre dos partes por el que ambas se comprometen a dar las satisfacciones que la otra busca.Se diferencia de la relación convencional en que los dos amantes están abiertos al mercado y no buscan la fidelidad y estabilidad de esta.

En todos los tipos de relaciones las mercancías intercambiadas difieren dependiendo de las partes pero entre las más destacadas están: cariño, pasión, compañía, comprensión, contacto físico y afán de reproducción (reservado por lo general a las de primer tipo).

Para encontrar la pareja ideal es necesario investigar a fondo el mercado y a los proveedores que nos puedan interesar. Es natural que algún proveedor resulte no ser lo que se esperaba y sus mercancías no sean del gusto de uno, la solución pasa por romper la relación y seguir investigando hasta encontrar el producto que se adapte por completo a nuestras necesidades.