Pleno siglo XXI. Vivimos en una sociedad que poco a poco se va desintegrando o, mejor dicho, la vamos desintegrando.
Parece ser que no interesa vivir en comunidad, vivir todos juntos y en paz... Se ponen todos los impedimentos posibles para que esto no suceda. Impedimentos muy difíciles de sobrepasar, muros imposibles de saltar; y no sólo me estoy refiriendo a esos que dicen ser construídos por "motivos políticos" como el que hay en Gaza o la inhumana alambrada que separa Marruecos del territorio español. ¿Nadie se parará a sentir alguna vez cómo se ha de sentir esa gente? No. Al menos nosotros no. Nosotros, los de los países desarrollados(económicamente, en otros aspectos tenemos mucho que desear), sólo tenemos que entrar en Internet, hacer click, PAGAR, y ¡pum! ya tenemos billete de avión rumbo a cualquier rincón del planeta. Sí, incluso a Marruecos, nosotros no tenemos que arriesgar nuestras vidas intentando saltar la alambrada, ¡sólo faltaría!. La podemos pasar volando (recuerdo: Internet, click, PAGAR... Y ¡Pum!). Es muy triste , o al menos a mí me lo parece, que haya millones de personas atrapadas, enjauladas, encarceladas en sus propios países pero, claro está, esto cambiaría si pudiesen canectarse a la red, hacer click y... ¿qué venía luego? ah, sí! PAGAR...
Pero bueno, como ya dije antes, no sólo están los impedimentos físicos, de los que podemos ver y tocar. Existe otro tipo, que quizás sea peor. Estos los hay de dos clases: los que nosotros mismos nos ponemos que, al fin y al cabo los podemos hacer y deshacer con relativa facilidad; pero también existen los muros que se nos imponen, pero ¿quién? El gobierno, la televisión, la iglesia, y un largo etcétera. ¿Qué pasa con los miles y miles de niños que se mueren de hambre al día?, ¿Qué pasa con los millones de personas que se mueren de SIDA?, y ¿los sectores de la sociedad discriminados? Mujeres, discapacitados, ancianos, ... Me podría seguir preguntando por qué pero, ¿de qué serviría?Parece que tenemos la obligación, impuesta por no sé quién, de que es mejor correr un tupido velo, construir un muro alrededor de todas esas injusticias que están ahí, en nuestro día a día. ¿Por qué cerramos los ojos? Pues porque ya se sabe que ojos que no ven, corazón que no siente. Además, ya nos tienen la mente demasiado ocupada en ver la vida al completo de un famoso torero y su corrupta mujer, o viendo series de televisión muy educativas en las que nos enseñas lo guay que eres si te lías con tu profesor de dibujo o si te casas con el narcotraficante más guapo. Teniendo todo este entretenimiento, ¿Quién se va a dedicar a andar destrozando muros?
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